En mi bandeja de entrada me ha llegado esta noticia: “La cerveza, más sana que la leche” (¡gracias, Google Alerts!).
Lo primero que pensé: “Claro. ¡Como si nos hiciera falta una excusa para beber cerveza!”
La verdad es que el medio de comunicación que lo publicó no está precisamente especializado en contrastar noticias científicas, pero me entró curiosidad por ver qué había detrás.
Y encontré que varios medios digitales habían recogido esta información con una idea muy similar (o incluso con las mismas palabras). Y algunos de ellos ya eran un poquito más serios.
En todos ellos se menciona a la Escuela de Salud Pública de Harvard como responsable de un estudio que asegura que beber cerveza tiene beneficios sobre nuestra salud mientras que la leche está relacionada con la obesidad, la osteoporosis e incluso el cáncer.
¡La Escuela de Salud Pública de Harvard nada menos! Parece que la noticia puede tener fundamento…
Pues no.
¿De dónde sale esta noticia?
No te molestes en buscar ese estudio de Harvard porque no existe como tal, ni muchísimo menos la Escuela Pública de Salud de esta Universidad ha hecho en ningún momento tal afirmación.
Porque la supuesta noticia no es más que el eco de una campaña de la organización animalista PETA, conocida por sus controvertidos anuncios.
Afortunadamente algunos medios digitales han “rascado” un poco y publican sus artículos contrastando la información con expertos (puedes leer críticas razonadas de la campaña en Vice y 20minutos).
Aunque no han podido acudir directamente a la fuente del supuesto estudio porque, como puedes leer aquí, Harvard no ha querido pronunciarse al respecto.
¿En qué consiste la campaña?
Lo primero de todo…la campaña no es una novedad. Ya se lanzó al menos dos veces antes, en el año 2000 y en el año 2002 (es posible que en alguna otra ocasión, pero no he encontrado referencias).
En todos los casos, incluido el último lanzamiento en septiembre de 2016, la campaña se publicita en campus universitarios y, con pequeñas variaciones, destaca los beneficios de la cerveza frente a la leche.
PETA siempre ha conseguido repercusión, hasta el punto de que tuvieron que retirar la campaña por hacer apología del consumo de alcohol.
La campaña “Got beer?” (¿Tomas cerveza?), es un juego de palabras con la exitosa campaña “Got milk? (¿Tomas leche?) iniciada en 1993 por el California Milk Processor Board y pensada para incrementar el consumo de leche.
En ella figuras públicas aparecían en los anuncios con un bigote blanco tras haber bebido leche. ¿Te suena?
El éxito fue relativo porque las ventas de leche no se incrementaron como podría esperarse. Pero si las campañas publicitarias se midieran por el conocimiento que el público tiene de ellas, esta llega a la categoría de hito.
Pero PETA también puede estar satisfecha. Porque en todas las campañas “Got beer?” han conseguido lo que buscaban: un hueco en las noticias.
En su lucha por los derechos de los animales, PETA está en contra del consumo de leche por el trato que la industria láctea da a las vacas.
Y no voy a ser yo la que critique a cualquier organización que luche por los derechos de los animales (ya sea impulsando normativas que los protejan, promoviendo la dieta vegana o acogiendo animales en santuarios).
Yo vivo con animales y no son mis mascotas, son parte de mi familia.
Pero en este caso diseccionar qué tiene de veraz esta campaña exclusivamente desde el punto de vista científico, con datos contrastados, sin entrar en valoraciones sobre los motivos esta organización.
En esta ocasión, PETA ha resucitado la campaña aprovechando la noticia de que la Universidad de Wisconsin-Madison encabeza la lista de las escuelas universitarias más “fiesteras”.
En su página web indican que están negociando para incluir vallas publicitarias en las paradas de autobús de este campus universitario con el siguiente texto:
Got beer? Es oficial. La cerveza es mejor para ti que la leche. Estudios demuestran que beber cerveza puede fortalecer los huesos y prolongar la vida mientras que la leche se asocia con obesidad, diabetes y cáncer*. Beber de forma responsable: no bebas leche.
Y el asterisco especifica: “De acuerdo con la Escuela de Salud Pública de Harvard, the American Journal of Clinical Nutrition, the Journal of the American Dietetic Associations y the American Journal of Epidemiology”.
Y ahí encontramos la Escuela de Salud Pública de Harvard, la institución a la que se refieren las noticias al hablar sobre el estudio.
La estrategia de PETA es muy clara y, como ya he dicho, un éxito.
Porque consiguen abrir un debate, generar curiosidad y, quedándonos sólo con el mensaje del anuncio, convencer a mucha gente de que efectivamente la cerveza es mejor que la leche y que hay estudios serios, de organizaciones científicas de referencia, que lo respaldan.
¿Qué ha hecho PETA?
Lanzar el anzuelo.
Y muchos han picado.
Porque ahora la información se mueve a la velocidad de la luz y unas noticias reemplazan a otras a la velocidad que se escribe un tweet.
Y venga, di la verdad, muchas veces no entras a leer la noticia completa, lees el titular en Twitter o Facebook y te quedas con eso.
Porque es lo que hacemos todos.
Así que los medios necesitan titulares que llamen la atención y no se pierdan sepultados por la siguiente anécdota interesante.
Información rápida, de actualidad y que “llame a la acción”. Que nos haga pulsar click. Que queramos saber más.
El titular en este caso es imbatible, cumple con todo.
¿Cómo puede utilizar el nombre de Harvard como reclamo?
Porque hay una diferencia sustancial entre el contenido de la noticia y el titular.
Lo que dicen los medios de comunicación (el contenido de la noticia) es que PETA ha lanzado la campaña citando un estudio de Harvard.
Lo que dan a entender (el titular) es que Harvard avala que la cerveza es mejor para la salud que la leche.
Pero lo que ha hecho PETA es coger las conclusiones de DISTINTOS estudios sobre la leche y estudios sobre la cerveza y el alcohol.
Ha tomado los datos aislados de estudios que recogen los beneficios de una (la cerveza o el alcohol) y los perjuicios de otra (la leche) y los enfrenta como si fuesen el resultado de un único estudio comparativo de las dos bebidas.
Y los medios de comunicación lo han “vendido” así.
Te pongo los enlaces de algunas de las investigaciones de las que presumiblemente PETA puede haber tomado los datos (Escuela de Salud Pública de Harvard, American Journal of Clinical Nutrition, The Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics (anteriormente The Journal of the American Dietetic Associations).
No lo podemos saber con certeza porque PETA no indica en qué estudios se basa.
Y lo que parece y se interpreta, tal como se transmite en la campaña, es que un estudio concreto de una entidad prestigiosa asegura que la cerveza es mejor que la leche.
¿Por qué esta campaña «cerveza y leche» sigue teniendo éxito tantos años después del primer lanzamiento en el 2000?
Porque enfrenta la leche y la cerveza, dos productos sobre los que en los últimos años han proliferado todo tipo de estudios y teorías.
Y además lo hace en una sociedad en la que el consumo de alcohol está aceptado y totalmente integrado en nuestra vida social (como demostró la campaña en Instagram “like my addiction”, con la que se hizo visible lo fácil que es ocultar la adicción al alcohol)
La leche parece que va a ser el próximo “alimento prohibido de moda”.
Pero no es una novedad.
Cada cierto tiempo aparece una tendencia que toma parcialmente (y en muchos casos también interesadamente) las conclusiones de uno o varios estudios para alertar sobre el consumo de un producto.
Parece que ya superamos el momento cumbre de la demonización de la lactosa: en este post Deborah García Bello te cuenta por qué puedes tomar leche con lactosa con toda tranquilidad. (Ojo, hablo de personas que no tengan problemas de intolerancia, por supuesto si hay un problema médico DIAGNOSTICADO no es una moda sino una necesidad de salud).
Estamos en pleno auge del “gluten demoníaco”, @Lady Fitness pone un poco de cordura al respecto en Vitónica (mismo caso que la lactosa, si hay patologías es necesario eliminarlo de la dieta).
Y la leche va ganando posiciones en la lista de productos terribles a evitar.
Es verdad que hay varios estudios que parecen contradecir algunas creencias muy instauradas como que la leche es “buena para los huesos” . Pero también es cierto que los estudios de organizaciones reconocidas son prudentes y no emiten veredictos concluyentes ni desaconsejan el consumo de leche y lácteos.
Muchos compañeros han escrito grandes artículos sobre la moda de eliminar la leche de la dieta y su falta de justificación. Te dejo algunos enlaces a posts de Aitor Sánchez y Luis Jiménez.
Sobre los beneficios del consumo “moderado” de alcohol también hay estudios que destacan los beneficios (aquí, o aquí) o los inconvenientes y que desmitifican que una copita al día proteja nuestra salud.
Y sobre la cerveza hemos oído alabanzas sobre su contenido en ácido fólico que protege la salud cardiovascular o su idoneidad para deportistas ¡Pero si hay hasta cerveza isotónica! (Raquel Blasco disecciona esta supuesta bebida para deportistas y el resultado no te va a gustar).
Así que en los dos casos, leche y bebidas alcohólicas, hay investigaciones que apuntan a que pueden ser beneficiosas o perjudiciales, dependiendo del estudio.
Y puede parecer que son equiparables (o muchos otros sobre los que se ha investigado y que presentan beneficios y perjuicios), pero no es así.
Porque la OMS en su informe de 2012 “Alcohol en la Unión Europea, consumo, daños y abordaje político” considera que no hay dosis “seguras” de alcohol.
Puedes leer estos interesantes artículos de Juan Revenga, Aitor Sánchez y de Julio Basulto en los que se hablan de este documento.
Y las principales sociedades médicas coinciden en que no se puede recomendar el consumo de alcohol para conseguir sus potenciales beneficios (Julio Basulto lo recopila en el artículo que te he recomendado).
Más aún cuando esos efectos sobre el sistema cardiovascular se pueden lograr con ejercicio y dieta saludable.
Otra cosa es que nos encante que nos digan que dosis moderadas de alcohol son buenas para nuestra salud porque nos da un motivo “médico” para beberlo. Una excusa, vaya.
E incluso que el consumo “moderado” de bebidas alcohólicas fermentadas (vino y cerveza) esté recogido en numerosas guías de alimentación saludable.
Por cierto, ¿cuánta cantidad de alcohol es “moderada”?
Al no establecer parámetros medibles, cada uno puede entender por “moderadas” cantidades muy diferentes.
Precisamente la Escuela de Salud Pública de Harvard y The Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics recogen la dificultad de establecer esa medida, ya que mientras que para algunos estudios significa tomar menos de una bebida alcohólica al día, en otros se refieren a tres o cuatro.
Y siguiente problema, ¿qué cantidad contiene “una bebida”? Porque la misma entidad indica que en EEUU “una bebida” equivale a 12 onzas de cerveza (0,35 litros), 5 onzas de vino (0,14 litros) ó 1,5 onzas de bebidas espirituosas (0,04 litros).
Y en Europa, ¿qué cantidad es “una bebida”? ¿Y en cada uno de los países? ¿Es lo mismo el consumo “moderado” en España que en Inglaterra?
Considerando los daños objetivos que causa el alcohol (que, por muy acompañado que esté de polifenoles y vitaminas, no deja de ser un tóxico) los dietistas nutricionistas y los profesionales sanitarios están desterrando de sus recomendaciones el “consumo moderado” de estas bebidas.
Muchos divulgadores de este campo apuestan por la recomendación “cuanto menos alcohol, mejor” para dejar atrás el mito de la copita de alcohol para el corazón.
Y, por supuesto, instan a retirar esta recomendación de las guías de alimentación saludable (¿de verdad necesitamos un motivo para beber?).
Si vamos un poco más allá, ¿recomendaría un profesional sanitario empezar a beber alcohol a una persona abstemia, apoyándose en los potenciales beneficios sobre el corazón?.
¿Por qué las bebidas alcohólicas fermentadas siguen relacionándose con la salud?
Se ha relacionado muchas veces la relación entre la industria de las bebidas y los estudios que avalan sus propiedades beneficiosas.
La industria financia investigaciones científicas sobre sus productos buscando conclusiones favorables para avalarlos como alimentos saludables.
Esta correspondencia no es nueva y la puedes encontrar entre numerosos productos alimentarios o ingredientes y la industria que los elabora o utiliza (como el caso del azúcar o la Coca-cola).
También se ha acusado a la industria cervecera de financiar estudios de este tipo.
Así la creencia de que el alcohol con moderación es saludable se refuerza con nuestro estilo de vida (el placer de quedar de «cañas») y con estudios científicos que los apoyan.
Y volviendo al a campaña de PETA, en un comunicado sin fecha (por lo que no podemos saber si es de esta campaña o de las anteriores), la organización asegura que no quiere promover el consumo de alcohol y recomiendan el consumo de zumo, bebida de soja o agua mineral (incluso refrescos) antes que consumir leche O cerveza.
Utilizan el ejemplo de la cerveza para evidenciar que incluso esta bebida nada saludable es mejor que la leche.
Y reconocen que si hubiesen utilizado otra comparación, de cualquier otra bebida no alcohólica con la leche, la repercusión mediática no habría sido la misma.
Pero es difícil creer el comunicado y que no quieran utilizar el consumo de alcohol como reclamo cuando precisamente PETA dice en su web que escogen el campus de Wisconsin por ser el más fiestero de EEUU…
¿Y ahora qué?
PETA ha generado ruido otra vez así que misión cumplida.
Además, no faltará público que tome el titular al pie de la letra y pida la enésima cerveza jurando que “es mejor que beber leche, que lo ha dicho Harvard”.
Y todo esto sin utilizar estudios falsos ni mentir sobre las instituciones de prestigio que los avalan. Aunque haya un poquito de trampa.
¿Es un titular impactante? Desde luego.
¿Puede permanecer en nuestra memoria más de cinco minutos? Seguro.
¿Miente? En realidad no. Pero tampoco es verdaz.
Y seguro que hay formas mejores de concienciar sobre el respeto a los animales y la necesidad de un consumir más vegetales.
Pero hoy el resultado queda así: Marketing 1-Veracidad 0.
¿Te ha chirriado alguna vez un titular sobre las propiedades de un alimento? ¿Te has encontrado con publicidad encubierta detrás de un estudio?
Me encantará que me cuentes en los comentarios.
Me gusta la cerveza pero en condiciones normales la beberia en momentos que me provoquen pero cuando pienso en alimentación para mi o mi familia porsupuesto que incluyo como alimento la leche o es que alguien me dirá que debo darle en vez de leche como alimento a mis hijos CERVEZA…