Seguro que has oído hablar de ellas, pero reconocer las grasas trans en el etiquetado ya es más difícil.
La realidad es que son las grasas que sí deberían preocuparte.
Porque entre la comunidad científica ya hay consenso sobre el efecto negativo que tienen sobre nuestra salud.
Y precisamente por eso en muchos países las están eliminando del mercado.
En Europa se pueden comercializar y solo hay restricciones a su uso en los alimentos para lactantes.
Así que sí. Puede que en tu frigorífico o en la despensa tengas productos que contengan este tipo de grasas.
No todo son malas noticias.
Primero porque puedes identificarlas en el etiquetado (te cuento cómo).
Y segundo, porque solo van a estar en alimentos procesados (así que, reduciéndolos en tu dieta, reduces la posibilidad de consumir estas grasas).
Para que no se te despisten y las puedas eliminar de tu dieta te traigo dos textos en los que te lo cuento todo:
1.- Grasas trans: ¿qué va a hacer la Unión Europea?: un artículo del blog con el que podrás saber, entre otras muchas cosas, en qué alimentos aparecen, por qué son perjudiciales y cómo puedes identificarlas.
2.-Las grasas trans, un riesgo para la salud: es un texto publicado en El Mundo, en el que colaboré explicando para qué las emplea la industria alimentaria, qué países las han prohibido o qué diferencia hay entre las grasas trans naturales y las artificiales.
Ahora sí podrás desenmascararlas (y merece la pena hacerlo).
La Unión Europea sí ha tomado una decisión para reducir la acrilamida de los alimentos,
¿quieres saber cómo?