Estoy segura de que has estado al tanto de la polémica por la decisión de la Comunidad de Madrid de dar menús de Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes a los escolares con beca comedor.
Lo que algunos pensaban que era una pataleta de nutricionistas (nos llamaron desde pijos a inconscientes), se convirtió en un clamor tras tener a los niños más vulnerables de Madrid alimentándose de comida de bajísima calidad durante más de 45 días.
De ello he hablado con Pablo Pampa Sainz en El Salto Diario, en una entrevista que he disfrutado muchísimo porque me ha permitido analizar la alimentación desde una perspectiva social.
No era una decisión dicotómica: o comida rápida o nada. Claro que si el dilema fuese ese, no habría duda en que comer pizzas, burritos y sándwiches es mejor que morir de hambre.
Para la Comunidad de Madrid la decisión no era dicotómica. Para las familias que recibían esos menús sí: o los niños comían eso, o no comían nada.
Pero la situación no era esa. No había desabastecimiento de alimentos, sino una cadena de desaciertos (cuando no directamente mentiras), que mi compañero Juan Revenga se encargó de diseccionar en El Comidista.
El problema ha sido muy grave. Porque desde la Administración Pública, que tiene que velar por la salud de la población, se proveía a los niños más vulnerables de alimentos insanos. Y, con ello, se daban varios mensajes, como dije en este tweet:
¿Q mensaje mandan las instituciones con estas decisiones?
-Q estos alimentos son válidos xa dieta diaria niños (FALSO)
-Echan x tierra papel comedor escolar en la educación alimentaria.
-Normaliza presencia productos de consumo MUY ocasional.
-Desacredita mensaje prof sanitarios— Beatriz Robles (@beatrizcalidad) May 7, 2020
Aquí puedes leer el hilo completo:
Rectificación de @IdiazAyuso sobre #telepizza.
Xa la administración no era una decisión dicotómica: o les suministramos pizza o se quedan sin comer.
Xa las familias q recibían este menú sí lo era:la beca la reciben x falta de recursos. O comen eso o nada. https://t.co/M7FRqCL1T1 pic.twitter.com/NOGAaACNy4— Beatriz Robles (@beatrizcalidad) May 7, 2020
Como Laura Caorsi señaló en la Jornada Alimentación y Covid-19, eran personas decidiendo sobre qué podía comer la población con rentas más bajas. Y decidieron que esos menús eran acpetables.
Creo que, como mínimo, requería una respuesta firme de cualquier persona con un mínimo de sensibilidad social.
Y eso fue lo que hicimos.
Y recuerda que tienes un montón de recursos sobre alimentación y coronavirus en este post.