Son los reyes de los alimentos funcionales.
Ya sabes, esos productos que, además de sus nutrientes, tienen (más bien “tendrían”, en condicional) un efecto beneficioso sobre las funciones del organismo si los incorporamos a nuestra dieta habitual.
Si te ha venido a la mente la leche fermentada con L. casei, has acertado.
No son los únicos, pero los lácteos se han convertido en los alimentos estrella a los que añadir, quitar o modificar compuestos, para transformarlos en funcionales.
O, lo que es lo mismo: para generar un marketing a su alrededor que permita venderlos muy por encima del precio de sus simplones homólogos.
Sin ofrecer a nuestra dieta absolutamente nada que no pueda ofrecernos una alimentación saludable en la que predominen los alimentos frescos y, prioritariamente, los de origen vegetal.
Como explica José M. López Nicolás de manera brillante en este artículo, el efecto beneficioso que la publicidad atribuye a las leches fermentadas con L. casei se debe, exclusivamente, a la adición de vitamina B6.
Lo has leído bien. A la vitamina B6. No al uso de unos fermentos “especiales” que mejoren nuestro sistema inmunológico.
Claro, que si una cepa bacteria se llama L. casei inmunitas en lugar de L.Casei DN-114 001, no quedan muchas dudas sobre la intención del producto.
Aunque la EFSA haya rechazado la única solicitud que Danone ha hecho para poder mencionar las supuestas propiedades saludables de esta bacteria. Y todas y cada una de las 29 solicitudes para cualquier otra cepa del género casei.
En este vídeo que he grabado en colaboración con El Mundo verás que estrategia usan las leches fermentadas (legalmente no pueden llamarse yogures) para publicitarse como beneficiosas para la salud.
Puedes leer el artículo completo de Cristina G. Lucio, en el que encontrarás también la opinión de Miguel A. Lurueña, Carlos Ríos o el mismo José M. López Nicolás.
Y, para los amantes de las teorías de la conspiración, tu sistema inmunológico no va a dejar de funcionar por mucha leche fermentada con L. casei que te tomes. Es un bulo alimentario (uno más) de los muchos que circulan por las redes.
Los batidos détox no son milagrosos. Y pueden ser un peligro. Lo puedes comprobar en este vídeo para El Mundo.